El corazón de Carmela no tenía límites, ella sabía que el secreto estaba en hacer pequeños actos cargados de un gran amor, partiendo siempre del deseo genuino de brindar alivio, para impactar amorosamente la vida de otro ser humano.

 

Nuestra fundación, inspirada en su corazón, es una organización sin fines de lucro, dedicada a asistir distintas obras de caridad centradas en socorrer a niños en extremo estado de pobreza, viviendo circunstancias de hambruna y enfermedad.